domingo, 28 de febrero de 2016

La droga que consume

Tu mirada es la droga que consume por dentro, porque cada vez que miro directo a tus ojos, ellos me llevan al mundo de los sueños, donde siempre encuentro tu corazón.

sábado, 27 de febrero de 2016

El Alba que da vida al corazón



Hoy despierta el día con un alba tornasol, poco a poco, se adueña almas solitarias por medio del  fino y hermoso resplandor del sol, que con sus primeras luces da vida al corazón. Diario  lo hace con ternura y delicadeza. Esto enamora al alma, como el resplandor de tu mirada que siempre transmite amor.


Como el día al sol y la luna por las noches



Aunque parece que estoy solo, no lo estoy, por que cada instante que transcurre estoy pensando en ti,  como el día al sol  y la luna por las noches; así te admiro y recuerdo en un constante transcurrir del tiempo. Admiro tu belleza como a la más fina y bella flor. 

Esclavo de tu corazón



No quiero en esta vida ser esclavo ni ser dueño, pero el destino ha marcado el camino y te ha permitido quitarme el sueño, solo por pensar en ti. Me has convertido en esclavo de tu aroma, de tu esencia, de tu ser, pero sobre todo esclavo de tu corazón.

El idilio de los volcanes



El Ixtlacíhuatl traza la figura yacente
de una mujer dormida bajo el Sol.
El Popocatépetl flamea en los siglos
como una apocalíptica visión;
y estos dos volcanes solemnes
tienen una historia de amor,
digna de ser cantada en las compilaciones
de una extraordinaria canción.

Ixtlacíhuatl —hace miles de años—
fue la princesa más parecida a una flor,
que en la tribu de los viejos caciques
del más gentil capitán se enamoró.
El padre augustamente abrió los labios
y díjole al capitán seductor
que si tornaba un día con la cabeza
del cacique enemigo clavada en su lanzón,
encontraría preparados, a un tiempo mismo,
el festín de su triunfo y el lecho de su amor.

Y Popocatépetl fuése a la guerra
con esta esperanza en el corazón:
domó las rebeldías de las selvas obstinadas,
el motín de los riscos contra su paso vencedor,
la osadía despeñada de los torrentes,
la acechanza de los pantanos en traición;
y contra cientos y cientos de soldados,
por años gallardamente combatió.

Al fin tornó a a tribu (y la cabeza
del cacique enemigo sangraba en su lanzón).
Halló el festín del triunfo preparado,
pero no así el lecho de su amor;
en vez de lecho encontró el túmulo
en que su novia, dormida bajo el Sol,
esperaba en su frente el beso póstumo
de la boca que nunca en la vida besó.

Y Popocatépetl quebró en sus rodillas
el haz de flechas; y, en una solo voz,
conjuró la sombra de sus antepasados
contra la crueldad de su impasible Dios.
Era la vida suya, muy suya,
porque contra la muerte ganó:
tenía el triunfo, la riqueza, el poderío,
pero no tenía el amor...

Entonces hizo que veintemil esclavos
alzaran un gran túmulo ante el Sol
amontonó diez cumbres
en una escalinata como alucinación;
tomó en sus brazos a la mujer amada,
y el mismo sobre el túmulo la colocó;
luego, encendió una antorcha, y, para siempre,
quedóse en pie alumbrando el sarcófago de su dolor.

Duerme en paz, Ixtacíhuatl nunca los tiempos
borrarán los perfiles de tu expresión.
Vela en paz. Popocatépetl: nunca los huracanes
apagarán tu antorcha, eterna como el amor..



Volando alto, solo por ti

 

Todo inicio como una idea vaga en la mente, una idea que marcó una realidad diferente. Esta realidad ha generado un cambio radical en mi vida y a la forma de ver las cosas, ahora desde otra perspectiva. Y según la propia voluntad del ser, pero en sujeción a un orden y regulación más elevado, creo en la libertad del camino elegido y ahora comprendo el por que pienso en ti.


Esta libertad que siento es inherente a lo humano que somos. y originario de la existencia humana. Por tanto, no puedo remitir esta libertad a ningún otro y, por eso mismo, esta libertad de sentimiento, es algo que no es posible eliminar ni contradecir ya que constantemente pienso en ti.



Somos libres desde lo más profundo del ser. Por eso y en ejercicio de la libertad y con la realización del ser: se trata de un derecho y de un ideal al que no puedo ni quiero renunciar. Por que libres somos

y que esta idea ha de ser conquistada todos los días de nuestras vidas, a través de una lucha constante de acciones que marcaran nuestro destino. 


Ya he emprendido el vuelo, con el único fin de llegar a ti.