Un día que estando de excursión en la sierra de Hidalgo, nos encontramos en el camino a Tianguistengo un grupo de señoras de aproximadamente unos cuarenta y cinco años de edad.
Lo que nos llamó la atención es que ellas se encontraban cargando varios leños, de una forma muy peculiar, utilizando un mecate y un trapo, se las ingeniaron, para atar los troncos y estos a su vez sujetados en la cabeza con el trapo, quedando los leños colgados en su delicada espalda.
Después de estar platicando un rato ellas nos comentaron que esto lo hacen todos los días desde hace ya muchos años, con fines de poder cocinar sus alimentos y poder tener su casa caliente durante la noche.
Fue impresionante el poder platicar con estas señoras, ya que ellas viven en condiciones de pobreza extrema, pero son muy felices y sencillas.