Toda persona debe aprender a nadar. He conocido multitud de personas que aprenden la primera vez que ensayan, pero a otros, les lleva más tiempo. Así pasó conmigo: se me dificultó al principio. En el fondo del corazón creo que sentí un poco de miedo al agua, pero un día me sorprendí al ver que ya nadaba con facilidad.
Había hecho muchos esfuerzos y luchado duramente varios dias, pero entonces me di
cuenta de que la cosa debería tomarse despacio y con calma. Desde entonces me gustó el agua y la natación fue ya, para mí, algo fácil.
Ahora por cuestiones de salud tendré que nadar para siempre, la verdad no me disgusta, en cambio estoy muy feliz.
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